" Revista Pan Caliente entrevistó al médico veterinario Alejandro Martínez – especialista en plagas industriales y vectores en Salud Pública – Consultor con 28 años de experiencia en el sector alimenticio. Quien nos habló acerca de cómo está el sector panadero en esta materia, lo que debe hacerse y la responsabilidad que todos tenemos en este aspecto. de su negocio. "
Revista Pan Caliente: Al hablar de alimentos siempre se menciona la palabra inocuidad, entonces empecemos por hablar de lo que es y la importancia dentro del sector panadero.
Alejandro Martínez: La inocuidad alimentaria hace referencia a consumir alimentos que no hagan daño para el organismo humano, para que eso ocurra debe cuidarse toda la cadena alimenticia para que no se contamine, bien sea por parásitos, plagas, bacterias, hongos, etc. Obviamente mantener la inocuidad en los procesos alimenticios es de vital importancia porque se trata de cuidar la salud de todas las personas. Somos lo que nos comemos.
RPC: Teniendo en cuenta que el pan hace parte importante de la alimentación de los dominicanos ¿Cómo está el sector panadero en inocuidad y control de plagas?
A.M: Las harinas tienen una connotación histórica, social y cultural muy importante, comemos harinas de procesos en donde desafortunadamente la inocuidad no es primordial. Es importante tener claro que aunque el pan pase por un proceso de horneado no quiere decir que la contaminación haya cesado, es decir que si una harina tiene problemas de contaminación, al ser horneada lo que ocurre es que el proceso de contaminación da la vuelta, cambia o muta, pero la contaminación continúa porque sigue siendo generada en el mismo lugar.
Al mirar los índices epidemiológicos en el mundo y los indicadores de que casos de cáncer en hígado, cirrosis o hepatitis son altos, desafortunadamente muchos de ellos están asociados al consumo de alimentos, por ejemplo cuando se habla de cirrosis inmediatamente se piensa en exceso de trago, pero no da solo por eso.
La INOCUIDAD no se basa en tener mil documentos por escrito, se trata de garantizar que al finalizar la cadena alimenticia, la gente termine en mejores condiciones de las que estaba, y no por el contrario se convierta en un factor generador de enfermedades, como ocurre hoy en día.