Adaptado por Nataly González – Comunicación Digital Levapan
Les contamos algunas realidades
Es un virus que causa infección en la nariz, garganta y pulmones. Aunque en principio se trata como una enfermedad común, con síntomas como dolor en el cuerpo, fiebre y congestión nasal, la falta de cuidados podría complicar lo que parece un simple resfriado. Neumonía, sinusitis, dolencias graves en el oído y hasta la muerte, pueden provocarse por una gripe mal atendida.
En principio, es importante decir que el virus se propaga fácilmente a través de la tos, estornudos, tener contacto con un objeto contaminado o de mano en mano. Dentro del oficio de la panadería, donde se involucra la manipulación de alimentos, el hecho de que una persona contaminada no tome las precauciones necesarias, puede convertirse en un agente multiplicador de esta enfermedad.
El uso de tapabocas y guantes durante la preparación del pan, ayuda a reducir los riesgos. En la atención de los clientes, evite ofrecer la mano, coja siempre los productos con pinzas y por ningún motivo estornude encima de ellos sin ningún tipo de cuidado, tener estas precauciones disminuye el riesgo de contagio de la gripe.
El tratamiento de la gripe
Lo primero es que la gripe no tiene cura: el virus pasa solo, pero eso no indica que las personas deban soportar los síntomas, existen medicamentos que ayudan a mejorar el malestar mientras se desarrolla la enfermedad.
Así que es un mito que no se puedan tomar algunas pastillas destinadas a mejorar ese incómodo dolor en el cuerpo, fiebre, malestar en la garganta y la congestión nasal.
Para la gripe no se aconseja tomar antibióticos, pues es un virus y ellos no funcionan en ese caso. Diferente es si aparecen complicaciones que lleven a un tratamiento más fuerte, pero ya sería para tratar otras enfermedades que surgen por algún otro inconveniente.
Existe una vacuna que puede prevenir en niños y adultos mayores la aparición de gripe. Aún vacunadas, algunas personas pueden adquirir la enfermedad, pero de una forma más leve. Debe aplicarse cada año porque el virus está cambiando continuamente.
La idea es no alarmarse con una gripe y llevar la dolencia con tranquilidad, aunque no se debe abusar de lo poco peligrosa que pueda parecer la enfermedad.