"Nadie en la familia de Luis Felipe Guerrero se imaginó que terminaría siendo un exitoso empresario del sector panadero, para el cual no se había preparado, pero del que se enamoró completamente. "
Hace 34 años la panadería y repostería Panadería y Repostería Kissairis es el testimonio vivo de que los sueños se convierten en realidad. “El trabajo, la dedicación y la preparación son ingredientes fundamentales para que los negocios den el fruto que se espera”, dice don Luis con una generosa sonrisa.
Historia
Mi papá creció en la zona Este del país que tenía costumbres inglesas muy marcadas como por ejemplo hacer el pan a mano, a él le encantaba el sabor de ese pan y su aroma. Mi papá compró una casa con un patio muy grande en el que quería poner un horno de panadería, no con fines comerciales, sino para hacer el pan de la familia. Nunca lo hizo, pero su anhelo se quedó.
Cuando me casé empecé a hacer pan sin tener conocimiento, me lo comía pero no me crecía, al frente de nosotros vivía un panadero de verdad, un hombre que nació en la panadería, me acerqué y me dijo lo que lo que me faltaba y recuerdo que me dio una porción de levadura Levapan. 3 días me capacité con él y el pan me empezó a quedar muy bien.
En 1981 me independicé y empecé a llevar la contabilidad de algunas empresas, dentro de mis clientes estaba el dueño de lo que hoy es Panadería y Repostería Kissairis, a quien su contador se le había muerto.
Él había comenzado a tener problemas con sus hijos y entonces decide vender el negocio por aproximadamente 40.000 pesos, entonces mi suegro que era un hombre muy hábil me dijo que averiguara todo acerca del negocio, si era rentable porque tenía un amigo de él, que estaba interesado en comprarlo.
Ciertamente hice la tarea y fui a dónde mi suegro y le dije lo que había, entonces él saca el dinero y me dice toma no es para ningún amigo sino que es para ti, haz el negocio. Yo sorprendido lo acepté pero le dije a mi suegro que lo hacía siempre y cuando me dejara devolverle el dinero.
Cuando fui a comprar el negocio, el dueño me cobró 5000 pesos adicionales, que por supuesto yo no tenía pero que tampoco se los iba a pedir prestados a mi suegro.Entonces le dije al señor que en cuánto tiempo se los podía pagar, porque ni tenía la plata, ni sabía nada del negocio, entonces él me contestó: Si fuera yo en 6 meses podría pagarlos, pero como eres tú en 1 año y ahí empezó la historia de lo que ven ustedes 34 años después.Recuerdo que los 5000 pesos se los pude pagar en menos de dos meses y al año ya había duplicado las ventas.
Cuando estaba terminando economía en la universidad, para el trabajo de grado presentamos el proyecto de una planta distribuidora de leche y uno de mis compañeros que sabía que mi esposa estaba embarazada, me preguntó por el nombre que le íbamos a poner a la niña, le contesté que Kissairis y me dijo ahí está el nombre del proyecto: Panadería y Repostería Kissairis, y dije si un día tengo un negocio así le voy a poner y bueno así fue.
Innovación un trabajo constante
En productos panadero los dominicanos son muy tradicionales y eso es importante tenerlo en cuenta, cuando se trata de crear nuevas cosas.
En repostería es donde más hemos podido innovar e implementar nuevas cosas, siempre hemos trabajado en los nuevos productos de la mano con Levapan.
Hemos incluido freidura y bollería porque le cliente lo ha ido pidiendo.
Mantener un negocio es como una relación de pareja, uno tiene que lograr entender la necesidad del otro, que quiere, lograr pensar como esa otra persona y esa labor es muy difícil, es de entrega total, por eso muchos negocios comienzan pero no se mantienen. No pueden porque a uno le tiene que gustar, tiene que aprender cada día, no dormirse, estar alerta.
El Secreto del Éxito
En esta profesión para llegar a ser bueno, se necesita lo mismo que para ser un buen médico o ingeniero o cualquier profesional: